viernes, 21 de agosto de 2009

Aporreados y callados

En la COL las condiciones de vida han desmejorado a raíz de las expropiaciones de las contratistas petroleras, pero la gente parece resignarse.

A sí como a cuenta gotas va cayendo la actividad comercial en las entidades de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo (COL), estado Zulia, de igual manera los habitantes de la zona se han ido acostumbrando a este nuevo estilo de vida, que, según los más pesimistas, puede convertir las ciudades en poblaciones fantasmas. Todo esto se ha generado a raíz de las expropiaciones, iniciadas el 8 de mayo, a las empresas contratistas que hacían vida en la región y por las deudas que acarrea Petróleos de Venezuela (Pdvsa) con las mismas, que sobrepasan los cinco mil millones de dólares, en algunos casos desde el año pasado.
Economistas, trabajadores y pobladores de la Costa Oriental comentan que el movimiento en las calles de Ciudad Ojeda o Cabimas no es el mismo que hace un año. Ferreterías, panaderías, cafeterías, restaurantes y licorerías han ido entrando en su propia crisis, generada por la disminución en el flujo de dinero en la zona, porque las contratistas que no han recibido el pago por parte de Pdvsa tampoco han cancelado a sus empleados por sus trabajos.
Los empleados de las contratistas que han sido absorbidos por Pdvsa tampoco han corrido con mucha suerte desde el punto de vista económico. Según señaló vía telefónica el economista Edison Martínez, habitante de Ciudad Ojeda, semanalmente los más de siete mil absorbidos por la estatal están cobrando entre 200 y 300 bolívares fuertes semanales. Mientras que cuando laboraban para las contratistas los pagos por un período similar superaban los mil bolívares fuertes.
Pero a pesar de los inconvenientes que se viven en la Costa Oriental, la cotidianidad de las personas parece desenvolverse sin mayores sobresaltos. "La gente se ha ido acostumbrando rápido a vivir así, con los problemas y las dificultades que viven ahora", criticó el economista. Las paulatinas incorporaciones de Pdvsa, son de acuerdo a Martínez el motivo por el que la gente se ha mantenido en calma. "Yo creo que las personas se conforman con los 200 bolívares porque con eso tienen para comer algo".
Rafael Zambrano, representante de Fedepetrol Occidente y candidato a la presidencia de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), comentó que la actividad comercial ha decaído 60% y que la crisis en la zona se va agudizando porque "Pdvsa no da la misma rentabilidad a los municipios como las contratistas", aseguró. Al igual que Martínez, el sindicalista considera que el proceso de absorción de trabajadores por parte del holding petrolero mantiene a la espera a los obreros que aún no han sido incorporados, principalmente los denominados trabajadores ocasionales."Pdvsa no tiene empleados temporales, así que puede haber una situación explosiva de estas personas después de que terminen las absorciones, porque muchos de ellos van a quedar por fuera", dijo Zambrano.

EL PAGO NO LLEGA

Para el 3 de julio el gobierno nacional dijo que se comenzaría a cancelar a las empresas expropiadas a raíz de la Ley que Reserva al Estado Bienes y Servicios Conexos a las Actividades Primarias de Hidrocarburos. Sin embargo todavía no se ha dado ningún pago. En el caso del estado Zulia se creó una oficina de atención a las contratistas donde los dueños de las mismas presentarían los inventarios de sus empresas para elaborar el justiprecio, pero los trámites aún no comienzan.
Martínez agregó que es poca la información que se puede conocer de boca de los empresarios, pues se mantienen herméticos por miedo a que Pdvsa no les pague.

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